fue registrado el martes 12 de enero de 2010 a
las 16:53:09 hora local (21:53:09 UTC) con epicentro a 15 km de Puerto
Príncipe, la capital de Haití. Según el Servicio Geológico de Estados
Unidos, el sismo tuvo una magnitud de 7,3 Mw y se generó a una
profundidad de 12 kilómetros. También se registraron una serie de réplicas,
siendo las más fuertes las de 5,9, 5,5 y 5,1. La NOAA descartó el
peligro de tsunami en la zona. Aunque horas después, se reportó que
un Tsunami de mínimas proporciones se registró y mató a 4 personas. Este
terremoto ha sido el más fuerte registrado en la zona desde el acontecido
en 1770. El sismo fue perceptible en países cercanos como Cuba, Jamaica y República
Dominicana, donde provocó temor y evacuaciones preventivas.
Los efectos causados sobre este país, el más pobre de América en
ese momento, fueron devastadores. Los cuerpos recuperados al 25 de enero superaban
los 150 000, calculándose que el número de muertos excedería los 200 000.
Los datos definitivos de los afectados fueron dados a conocer por el primer
ministro Jean-Max Bellerive en el primer aniversario del sismo,
el 12 de enero de 2011, conociéndose que en el sismo fallecieron
316 000 personas, 350 000 más quedaron heridas, y más de 1,5 millones
de personas se quedaron sin hogar, con lo cual, es una de las catástrofes
humanas más graves de la historia.
El terremoto ocurrió tierra adentro, el 12 de enero de 2010,
aproximadamente a una distancia de 15 km al sudoeste de Puerto
Príncipe y a una profundidad de 13 km, a las 16: 53 UTC-5. Tuvo una
magnitud de 7,0 en la escala Magnitud momento y se sintió con una
intensidad de X en la escala de Mercalli Modificada en Puerto
Príncipe. También se registró en Cuba, Jamaica, y en el país
limítrofe República Dominicana. El Servicio Geológico de Estados
Unidos había registrado al menos seis réplicas en las dos horas
después del terremoto principal. Midieron aproximadamente 5,9, 5,5, 5,1, 4,8y
4,5. Durante las primeras nueve horas se han registrado 26 réplicas mayores a
4,2 en diferentes puntos de la península de Tiburón, de los cuales doce
son mayores a los 5,0.
El día miércoles, 20 de enero a las 11:03:44 UTC una
fuerte réplica de 6,1, luego rectificada a 5,9en la escala de Richter. Se
registró a 60 kilómetros al oeste de Puerto Príncipe (cerca de la
ciudad de Léogâne) y se sintió en la capital haitiana, según datos del Servicio
Geológico de Estados Unidos. Justo durante el terremoto, la red de
microblogging Twitter se vino abajo.
El terremoto se produjo en las cercanías del
límite norte de la placa tectónica del Caribe, que se desplaza continua y
lentamente hacia el este 20 mm por año en relación a la placa
norteamericana y atraviesa justamente por el medio de la isla La
Española. El sistema de falla de desgarre o transversal formada en la
región parecido a la falla de San Andrés en California, Estados
Unidos, tiene dos ramas en Haití, la falla septentrional, en el norte, y
la falla de Enriquillo en el sur. Los datos sísmicos sugieren que el
terremoto fue sobre la falla de Enriquillo, que estuvo bajo presión durante 240
años, acumulando mucha energía potencial, la cual desató finalmente un gran
terremoto liberando una energía equivalente a la explosión de 200.000 kilos
de trinitrotolueno (dinamita), sin embargo, estudios científicos de
la Universidad de Purdue recientemente publicados sugieren que ésta
falla no fue la que lo provocó, si no una nueva falla sísmica aún no
identificada y de la que se desconoce su peligrosidad ante su descubrimiento.
De acuerdo con un miembro del servicio geológico de Estados
Unidos, sobre la base de la magnitud y ubicación del terremoto, alrededor de
tres millones de personas se han visto afectadas, aunque datos exactos tardarán
en llegar debido al alcance de los daños.
El Centro de Prevención de Tsunamis del Pacífico lanzó
una alarma de tsunami después de ocurrido el terremoto para Haití, Cuba y República
Dominicana, que fue cancelada poco después. No obstante, el gobierno de Cuba
dio la orden de evacuar a todas las poblaciones costeras, especialmente del
municipio oriental de Baracoa.
El terremoto ha sido calificado como el mayor sismo
registrado en Haití en doscientos años. Una de las consecuencias del
terremoto fue el colapso de todas las líneas telefónicas, siendo fundamental el
uso de Internet, mediante redes sociales como Twitter y Facebook,
portales de vídeo como YouTube, e-mails y transmisiones vía web de radios
y televisión. Las redes sociales en especial han sido ampliamente usadas para
la obtención y difusión de información e imágenes del suceso.
Haití es el país más pobre de América,
caracterizado por tener cerca del 80% de su población por debajo de la línea de
pobreza (el 54% viven en la pobreza extrema), una economía de subsistencia,
es decir, viven prácticamente para alimentarse; las remesas recibidas
de migrantes representan el 40% de su PIB beneficiando a poco más de
900 mil familias. Este país ocupa el puesto 149 de 182 países según el Índice
de Desarrollo Humano, lo que genera preocupación sobre todo en la capacidad de
hospitales y servicios básicos de salud y primeros auxilios para poder afrontar
una catástrofe sísmica de esta envergadura.
La isla La Española, que comparten Haití y
la República Dominicana, es sismológicamente activa y ha experimentado
terremotos significativos y devastadores en el pasado.
Un sismo la estremeció en 1751 cuando estaba bajo control
francés y otro sismo en 1770 de 7,5 en la escala de Richter devastó
Puerto Príncipe por completo. De acuerdo con el historiador francés Moreau
de Saint-Méry (1750-1819), "mientras que ningún edificio sufrió daños
en Puerto Príncipe durante el terremoto del 18 de octubre de 1751, la
ciudad entera colapsó durante el terremoto del 3 de junio de 1770".
La ciudad de Cabo Haitiano, así como otras del norte de
Haití y la República Dominicana, fueron destruidas por el terremoto del 7 de
mayo de 1842.
En 1887 y 1904 se produjeron dos terremotos, uno por año, en
el norte del país, causando «daños mayores».
En 1946, un terremoto de magnitud 8.0 se registró
en la República Dominicana, afectando también a Haití. Este sismo produjo
un tsunami que mató a 1.790 personas.
Un estudio de prevención de terremotos realizado en 1992 por
C. DeMets y M. Wiggins-Grandison estableció como conclusión la posibilidad que
la falla de Enriquillo pudiera estar al final de su ciclo sísmico y
pronosticó un escenario, en el peor de los casos, de un terremoto de magnitud
7,2, similar en magnitud al terremoto de Jamaica de 1692.
Paul Mann y un equipo de estudio presentaron en 2006 una
evaluación de riesgo en la falla de Enriquillo en la 18. Conferencia
Geológica del Caribe en marzo de 2008. Tomando en cuenta la gran tensión,
el equipo recomendó "de alta prioridad" los estudios históricos de
movimientos sísmicos, como el de la falla, que fue totalmente bloqueada y había
registrado algunos terremotos en los últimos 40 años. Un artículo publicado en
el diario Le Matin de
Puerto Príncipe en septiembre de 2008 mostraba los comentarios citados por el
geólogo Charles Patrick de que había un alto riesgo de mayor actividad sísmica
en Puerto Príncipe.
El Primer Ministro de Haití, Jean Max Bellerive,
afirmó que temía que el balance por el potente sismo del martes en su país
podría superar las 140.000 víctimas, sin embargo la Cruz Roja dijo
que las víctimas podrían llegar entre 45.000 y 50.000, aunque aún no ha sido
confirmado, ya que se ha hecho difícil poder contar el número de víctimas
fatales debido a que los escombros invaden las calles y avenidas de Puerto
Príncipe. Entre las edificaciones destruidas, como la sede de la ONU en
Haití, se retiraron cadáveres de entre los escombros, pero alrededor de 150
funcionarios seguían desaparecidos, dijeron funcionarios del organismo. Alain
Le Roy, funcionario, dijo a periodistas que menos de 10 personas, "algunos
muertos, otros con vida", habían sido extraídas de entre los restos del
edificio de cinco plantas, sin embargo, al 14 de enero, al menos veintidós
funcionarios de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) murieron. El
embajador de Haití ante la Organización de Estados Americanos (OEA),
Duly Brutus, dijo que "docenas de miles de víctimas", pidiendo más
que nunca ayuda a la comunidad internacional. "Nunca nuestro país ha
necesitado tanto la ayuda de la comunidad internacional", dijo Brutus ante
el Consejo Permanente de la OEA, que incluyó en su orden del día la cuestión de
Haití para estudiar cómo ayudar a la isla.
El domingo 24 de enero de 2010, el gobierno de Haití anunció
que se habían recogido y enterrado 150.000 cadáveres sólo en la capital, Puerto
Príncipe, y sus alrededores pero que no se sabe cuántos permanecían bajo los escombros
de edificios destruidos.
Entre las personalidades que fallecieron en el terremoto se
encuentran Jimmy O. Barikad, artista de hip-hop haitiano y
el monseñor Joseph Serge Miot, arzobispo de Puerto Príncipe.
Todo el personal que se encontraba en el edificio de las
Naciones Unidas pereció, incluyendo el jefe de la misión de la ONU, Hédi
Annabi, quien estaba reunido con una delegación china en el momento del
desastre. Dicha información fue confirmada tanto por el presidente de
Haití, René Preval así como del Ministro de Asuntos Exteriores
de Francia Bernard Kouchner.
Unos 3000 trabajadores de la ONU se encuentran
desaparecidos, entre ellos el subjefe de la misión, Luiz Carlos da Costa.
Unos 25 cascos azules han fallecido y unos 23 están desaparecidos.
Debido al gran número de heridos por el terremoto, muchas
personas tuvieron que ser trasladadas a la República Dominicana, donde
decenas de personas gravemente heridas llegaban en caravanas al hospital
de Jimaní, en el oeste de República Dominicana, una pequeña ciudad
fronteriza con Haití.
Mientras que autobuses desde Puerto Príncipe, llegaban
al Hospital General Melenciano, con niños mutilados y decenas de hombres,
mujeres y ancianos con extremidades o cráneos fracturados, ubicado a 280 km al
occidente de Santo Domingo.
Desde tempranas horas del 13 de enero se empezaron
a atender a los heridos, según el director de un centro de salud fronterizo
con Haití, y se dijo que se habían atendido al menos 63 personas dentro de los
cuales se encontraban varios niños y ancianos. Además varias ambulancias así
como vehículos comunes fueron utilizados para transportarlos hasta el centro de
salud, en donde se conformó un amplio equipo de médicos, paramédicos y
voluntarios que heroicamente asisten a todas las personas
El personal médico cubano en Haití también atendió
a 676 heridos, confirmó el canciller cubano, Bruno Rodríguez.
Entre los heridos se encontraba un ciudadano canadiense que
se encontraba atrapado bajo los escombros de un edificio en ruinas, y que pidió
ayuda a través de un mensaje de texto desde su teléfono móvil.
El ministro de Asuntos Exteriores, Lawrence Cannon, dijo en durante
una conferencia de prensa que habían recibido un mensaje de texto de
un canadiense atrapado en los escombros y que saben "donde está
exactamente", sin dar más precisiones.También la hermana de Piedad
Córdoba, Senadora de Colombia, Marta, se encuentra desaparecida. El
Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de Argentina dijo que
atendió el día después del terremoto a más de 850 heridos, en el único centro
de salud disponible, donde además se han realizado más 85 operaciones de alta
complejidad. En una parte de las instalaciones se habilitó como morgue una
cámara frigorífica que usualmente se utiliza para acopio de víveres, asimismo,
helicópteros de la Fuerza Aérea Argentina evacuaban heridos de gravedad a Santo
Domingo.
Mientras muchas viviendas colapsaron tras el terremoto,
otros edificios gubernamentales de construcción más sólida, como el Palacio
Nacional se derrumbaron. Un hospital en Pétionville, un suburbio de
Puerto Príncipe, donde se atienden diplomáticos y los haitianos más pudientes,
se derrumbó producto del terremoto y la Catedral de Puerto Príncipe también
cayó. También la ONU confirmó que el cuartel general de la Misión
de Estabilización en Haití, localizado en Puerto Príncipe, la capital,
experimentó serios daños, al igual que otras instalaciones de la organización
El general (R) Mario Montoya, embajador de Colombia en
República Dominicana, quien se encontraba en Haití, dice que "la situación
está muy grave... no hay agua, no hay luz...". También algunas fuentes,
como el noticiero colombiano CM&, dicen que podría ser uno de los
terremotos y desastres naturales más fuertes en dos siglos
Renzo Fricke, coordinador de Médicos sin Fronteras, le
dijo a la BBC: "Hemos atendido a cientos de pacientes heridos. La
mayoría ha presentado traumas, fracturas y quemaduras. Ninguno de los
hospitales está funcionando, pues muchos colapsaron, carecen de personal o de
medicinas".
Fernando Wance, desde Santo Domingo, le escribió a BBC
Mundo: "En Haití, la situación es muy difícil y confusa. Amigos haitianos
que residen aquí no han podido comunicarse con sus familias, no entran las
llamadas, algunos que lograron comunicarse hablan de muchos heridos, y de
hospitales que se derrumbaron. La ayuda apremiante son hospitales
móviles".
De acuerdo a la misma fuente, Informes procedentes de la
ciudad haitiana de Jacmel señalan que el terremoto también ha causado
daños allí. Un representante de Unicef en esa ciudad, Guido Cornale,
le dijo a la BBC que al menos 20% de los edificios han sido destruidos en la
ciudad de 50.000 habitantes. El funcionario indicó que unas 5.000 personas se
han movilizado hacia el aeropuerto en busca de refugio.
El embajador haitiano ante la Organización de Estados
Americanos le dijo a la agencia de noticias AFP que "hay decenas
de miles de víctimas y un daño considerable".
La primera dama de Haití, Elisabeth Preval,
le dijo al Miami Herald:
"Es una catástrofe. Estoy pasando por encima de los cuerpos muertos. Hay
mucha gente enterrada debajo de los edificios. El hospital general ha
colapsado. Necesitamos ayuda. Necesitamos apoyo. Necesitamos ingenieros".
De acuerdo a numerosos informes, no solo muchas habitaciones
sino también un gran porcentaje de los edificios públicos -tales como
hospitales, escuelas, estaciones de policía, oficinas de ministerios, iglesias,
cárceles e incluso morgues, etc- han sido destruidas o dañadas de tal forma que
no se pueden utilizar. Igualmente un gran porcentaje del personal cualificado
ha sido fuertemente afectado. Por ejemplo, no hay bomberos funcionandoLo
mismo se puede decir de la infraestructura de comunicaciones. Así mismo, el
principal muelle que servía al país, es inoperable. El jueves siguiente al
terremoto, el aeropuerto de Puerto Príncipe -que resultó dañado y cuya torre de
control se derrumbó- ha dejado de aceptar vuelos debido a la saturación de la
demanda y falta de combustibles.
De acuerdo a informaciones de Radio Metropole, las
líneas de comunicación están en la presente situación (Jueves 14, 08:52 hora
local): acceso a Internet (Hainet) no funciona. No hay información sobre la red
de ACN. El enlace (internacional) submarino de fibra permaneció operativo. El
operador de telefonía móvil Digicel, dijo que su red en Haití empezó a
funcionar de nuevo ayer por la mañana. Las empresas de líneas y de trabajo
HAITEL Teleco funcionan cuando no están saturadas. Sin embargo, muchas líneas o
"secciones" de cables telefónicos se han cortado a través del país,
por tanto, la comunicación a través de este medio no es fiable. La mayoría de
las comunicaciones de Internet a través de satélite están funcionando.
Consecuentemente no ha habido realmente -o no se ha podido
implementar- un esfuerzo coordinado para retirar los escombros, retirar los
cadáveres, atender los heridos, etc. De acuerdo a un trabajador de la Cruz
Roja, no hay ni siquiera las bolsas de plástico (body bags) que se requieren
para guardar los cadáveres, en consecuencia, los cadáveres han sido abandonados
en las calles.
De acuerdo a channel 4, y debido a la escasez de agua
potable y combustibles, el dinero ha dejado de ser útil en Haití: agua y gasolina se
están usando como medio de cambio.
Consecuentemente se teme que el país pueda descender al
caos, especialmente -en esa situación catastrófica- cuando la ayuda comience a
ser distribuida. Un panel de expertos concluyó: “La ONU y las organizaciones de
ayuda confrontan ahora uno de los esfuerzos de ayuda más difíciles y
potencialmente peligrosos”.
De acuerdo a la BBC, La ONU también quiere prepararse para
mantener el orden y garantizar la seguridad en Haití. La organización teme que
la desesperación de las víctimas pueda dar paso a altercados si no llega pronto
la ayuda.
Cinco días después del terremoto, -sábado 16 de enero de
2010- las Naciones Unidas, en Ginebra, afirmaron que "el sismo en Haití es
el peor desastre que haya confrontado la organización en términos de logística,
debido al completo colapso del gobierno local y la infraestructura".
En verde, países que ayudaron a las víctimas del terremoto.
El domingo 24 de enero -12 días después del sismo-
periodistas en Puerto Príncipe informan que la capital empieza a mostrar
algunos signos de vida normal con puestos callejeros que empiezan a vender
frutas y hortalizas y algunas tiendas y bancos que reabren y estaciones de
servicio que vuelven a suministrar combustibles. Sin embargo, funcionarios de organismos
humanitarios recalcan que el tamaño de la destrucción no tiene paralelo. Según
las últimas cifras oficiales, unas 1,5 millones de personas permanecen sin
hogar y la ayuda aún no llega a todos los que la necesitan, lo que ha provocado
asaltos a convoyes de suministros, etc, por parte de multitudes de víctimas
que, en su desesperación, intentan conseguir algunos bienes esenciales -Decenas
de miles no tienen acceso a agua, comida o medicinas. Tres millones de personas
(de un total de alrededor de diez millones) dependen de la ayuda humanitaria.-
Algunos expertos estiman que la reconstrucción de la nación podría tomar al
menos una década. En el lado positivo, el aeropuerto ha estado funcionando -
150 vuelos al día, con otros mil quinientos a la espera- Se ha establecido un
corredor de transporte desde República Dominicana y el puerto está siendo
rehabilitado.
Un médico de los infantes de marina españoles ofrece ayuda
médica a un niño haitiano
Poco después del terremoto que azotó al país, la ayuda
humanitaria no se hizo esperar, tanto como la República Dominicana,
los Estados Unidos, países latinoamericanos y europeos,
la Cruz Roja Internacional, la Secretaría General Iberoamericana,
el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Fondo Monetario
Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) entre otros,
anunciaron el envío de dinero, alimentos, voluntarios, bomberos, expertos y
hasta perros especializados en búsquedas para asistir al país caribeño.
Según denuncia el Observatorio de Políticas Públicas y de la
Cooperación Internacional de Haití, el 95% del dinero donado por la Cooperación
estadounidense ha regresado a EE. UU., porque ese dinero se ha quedado en las
organizaciones y no ha llegado al gobierno haitiano para que lo gestione. François
Kawas, responsable de Cooperación de Haití, señala que a veces esta Cooperación
contempla más los intereses políticos y económicos de los donantes que las
necesidades reales de las poblaciones locales.
Como parte del proceso de reconstrucción nacional, y a los
fines de mejorar la infraestructura pública existente, el Gobierno de Haiti
inició la modernización de su sistema de Registro Civil e Identidad en
noviembre de 2012. Para ello, la Oficina Nacional de Identificación (ONI)
adquirió tecnología de última generación y el conocimiento necesario para
manejarla. Hoy día Haití cuenta con las herramientas necesarias para manejar
eficientemente la identidad de sus ciudadanosy promover así su desarrollo
sustentable.
La brigada médica cubana, presente desde 1998, fue la
primera en atender a la población y curó a más del 40% de las víctimas.
El artista Frankétienne pintó su obra Désastre
(12 Janvier 2010) días después del siniestro. En ella representó su dolor
por la catástrofe, plasmando a las víctimas atrapadas por los escombros.
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