El terremoto y
tsunami de Japón de 2011, denominado oficialmente por
la Agencia Meteorológica de Japón como el terremoto de la costa del Pacífico en
la región de Tōhoku de 2011 o Gran terremoto de Japón oriental del 11
de marzo, fue un terremoto de magnitud 9,0 M que
creó olas de maremoto de hasta 40,5 metros. El terremoto ocurrió a las
2:46:23 pm hora local (05:46:23 UTC) del viernes 11 de marzo de 2011.
El epicentro del terremoto se ubicó en el mar, frente a la costa de
Honshu, 130 km al este de Sendai, en la prefectura de Miyagi, Japón,
a una profundidad de 32 kilómetros. El terremoto duró aproximadamente 6 minutos
según los sismólogos. El USGS explicó que el terremoto ocurrió a causa de un
desplazamiento en proximidades de la zona de la interfase entre placas de
subducción entre la placa del Pacífico y la placa Norteamericana.
En la latitud en que ocurrió este terremoto, la placa del Pacífico se desplaza
en dirección oeste con respecto a la placa Norteamericana a una velocidad de
83 mm/año. La placa del Pacífico se mete debajo de Japón en la fosa
de Japón, y se hunde en dirección oeste debajo de Asia.
Es el terremoto más potente sufrido en Japón hasta la fecha
así como el cuarto más potente del mundo de todos los
terremotos medidos hasta la fecha. Desde 1973 la zona de subducción de la fosa
de Japón ha experimentado nueve eventos sísmicos de magnitud 7 o superior. El
mayor fue un terremoto ocurrido en diciembre de 1994 que tuvo una magnitud de
7,8, con epicentro a unos 260 km al norte del terremoto del 11 de marzo de
2011, el cual causó 3 muertos y unos 300 heridos.
Horas después del terremoto y su posterior tsunami,
el volcán Karangetang en las Islas Célebes (Indonesia)
entró en erupción. La NASA con ayuda de imágenes satelitales ha
podido comprobar que el movimiento telúrico pudo haber desplazado la Isla
de Honshu aproximadamente 2,4 metros al este, y alteró el eje terrestre en
aproximadamente 10 centímetros. La violencia del terremoto, acortó la duración
de los días en 1,8 microsegundos, según los estudios realizados por los JPL de
la NASA.
Tras el terremoto se generó una alerta de tsunami para
la costa pacífica de Japón y otros países, incluidos Nueva
Zelanda, Australia, Rusia, Guam, Filipinas, Indonesia, Papúa
Nueva Guinea, Nauru, Hawái, Islas Marianas del Norte, Estados
Unidos, Taiwán, América Central, México, Alaska, Canadá,
además en Sudamérica, Colombia, Perú, Ecuador y Chile.La
alerta de tsunami emitida por Japón fue la más grave en su escala local de
alerta, lo que implica que se esperaba una ola de 10 metros de altura.
Finalmente una ola de 0,5 metros golpeó la costa norte de Japón. La agencia de
noticias Kyodo informó que un tsunami de 4 metros de altura había
golpeado la Prefectura de Iwate en Japón. Se observó una ola de 10
metros de altura en el aeropuerto de Sendai, en la Prefectura de Miyagi, que
quedó inundado, con olas que barrieron coches y edificios a medida que se
adentraban en tierra.
A las 21:28 horas (HAST), el Servicio Meteorológico
Nacional de los Estados Unidos emitió una alerta de maremoto hasta las
07:00 horas del día siguiente para todo Hawái.
A las 23:33 horas (PST), el Servicio Meteorológico
Nacional emitió un aviso de maremoto para la costa alaskeña desde
la bahía de Chignik hasta la Isla Attu, y vigilancia de maremoto
para toda la costa pacífica de Canadá y Estados Unidos desde la bahía de
Chignik a la frontera de California con México.
Luego del paso del tsunami, en el estado de California en
la costa oeste de EE. UU., se declaró estado de emergencia para los
cuatro condados del norte afectados por el tsunami, cuyo impacto ha dejado
numerosos destrozos en puertos y playas. El maremoto ha causado inundaciones en
zonas costeras de Hawái, así como en puntos de los estados de Oregón y California.
Uno de los lugares más afectados por el oleaje ha sido la localidad de Crescent
City, situada en una bahía del condado de Del Norte conocida por ser
vulnerable a los tsunamis. Su puerto quedó destruido por la marea y las
embarcaciones sufrieron importantes daños, lo mismo que algunos edificios.
En Hawái los habitantes de las zonas fueron
trasladados a lugares seguros en centros comunitarios y escuelas, al tiempo que
los turistas en Waikiki fueron llevados a pisos altos de sus hoteles.
En tanto, los caminos y las playas se vieron vacías cuando llegó el tsunami. La
altura máxima de la ola del tsunami habría llegado a los 3 kilómetros tierra
adentro.
Al final de la tarde de ese día viernes algunos países
centroamericanos como Panamá, Costa Rica, Guatemala, El
Salvador y Honduras ya habían suspendido el aviso preventivo
acerca del tsunami, después de que las autoridades constaran que el efecto del
terremoto asiático se ha limitado a unas casi imperceptibles olas en sus costas
del Pacífico. Mientras tanto en Nicaragua se suspendió la alerta a
las 21.00 horas (03.00 GMT del día siguiente), después de que las olas también llegaran
sin fuerza y no se registrara ninguna situación anormal. En Colombia a
pesar de no registrar cambios significativos en la costa, mantuvo la alerta en
la costa Pacífica por gran parte del día 12 de marzo, debido a la posibilidad
de que existiera un fuerte oleaje.
En Pichilemu Chile, todos los botes de pesca
fueron trasladados a sectores más altos, al conocerse la alerta de tsunami.
Las primeras olas que se registraron en Perú tuvieron
entre 15 y 40 centímetros de altura, pese a lo cual las autoridades señalaron
que van a mantener la vigilancia en previsión de que el siguiente oleaje pueda
ser más intenso. En la isla de Pascua (Chile) fue una de las primeras
localidades en ser alertadas y puestas alerta
del maremoto, que con preocupación esperaron un escenario
similar al observado en Hawái. Un tren de cinco olas de pequeña altitud (50
centímetros) fue detectado en la noche. A las 04:08 (hora local) cesó la alerta
de tsunami en Rapa Nui.
En Chile la localidad más perjudicada por el tsunami fue Puerto
Viejo, en Caldera (Región de Atacama), donde hubo unas 280 casas
afectadas, de las cuales 80 quedaron destruidas y otras 200 con daños de
diversa consideración. A pesar de ello, no hubo víctimas.
En Dichato (Región del Bío-Bío, Chile), que
fue afectado un año antes con el tsunami producido por el terremoto de
Chile de 2010, recibió un fuerte oleaje con características de tsunami. El
fenómeno se desató aproximadamente a las 02:30 de la madrugada (hora local)
con, al menos, un par de marejadas que ingresaron al pueblo, llegando hasta la
avenida principal. Una veintena de lanchas e incluso un barco quedaron
esparcidos en tierra luego de la subida de marea provocada por el cataclismo
que afectó a Japón el viernes. El fenómeno, que no se esperaba, luego
de conocerse los mínimos incrementos registrados en otras latitudes, causó
pánico entre los residentes que nuevamente revivieron la pesadilla del 27
de febrero de 2010.
En la localidad de Corral, el mar entró aproximadamente
100 metros, aunque de forma lenta y sin fuerza, afectando solamente un jardín
infantil. En ciudades como Coquimbo, el aumento del nivel de marea generó
olas que impactaron el borde costero, principalmente los balnearios de Playa
Peñuelas y Playa Changa. En la ciudad de Los Vilos, región de Coquimbo,
localidad que no sufrió daños durante el terremoto de Chile de 2010, el mar se
desbordó en al menos dos puntos de la costanera arrancando letreros municipales
y de la gobernación marítima. Si bien la zona no estaba comprendida en el plan
de emergencia y la autoridad no decreto medidas de resguardo especiales, la
falta de turistas en la zona evitó daños a las personas. Otras localidades
de Chile no sufrieron mayores complicaciones, aunque en varias se
detectó un aumento del nivel del mar, y durante horas se registraron cambios
bruscos en su nivel.
Afortunadamente, no se registraron víctimas ni heridos, ya
que el gobierno había dispuesto la evacuación de todas las personas que
estuvieran en sectores inundables.
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